Cómo defenderte ante una denuncia por amenazas sin pruebas

Enfrentarse a una denuncia por amenazas cuando no existen pruebas concretas puede ser una de las situaciones más angustiantes en el ámbito legal. Te encuentras de repente en medio de un proceso penal, con la incertidumbre de cómo proceder y el temor a las consecuencias. Entiendo perfectamente esa sensación, porque he acompañado a cientos de personas en tu misma situación. En este artículo, te explicaré paso a paso cómo construir una defensa sólida, qué estrategias legales funcionan y, sobre todo, cómo mantener la calma durante todo el procedimiento.

La naturaleza jurídica de las amenazas en el ordenamiento español

Antes de adentrarnos en las estrategias de defensa, es fundamental comprender exactamente a qué nos enfrentamos. El delito de amenazas está tipificado en los artículos 169 a 171 del Código Penal español, diferenciando entre amenazas condicionales y no condicionales, así como entre graves y leves.

El artículo 169 del Código Penal establece:

«El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico, será castigado:
1.º Con la pena de prisión de uno a cinco años, si se hubiere hecho la amenaza exigiendo una cantidad o imponiendo cualquier otra condición, aunque no sea ilícita, y el culpable hubiere conseguido su propósito. […]»

Lo primero que debemos tener claro es que las amenazas constituyen un delito contra la libertad, específicamente contra el sentimiento de seguridad o tranquilidad del amenazado. Para que exista este delito, deben concurrir varios elementos:

  • Anuncio de un mal futuro
  • Que este mal sea concreto, determinado y posible
  • Que genere intimidación en la víctima
  • Que exista dolo o intención de amedrentar

La carga de la prueba recae siempre en la acusación, no en ti. Este principio fundamental del derecho penal es tu primer escudo protector.

Primeras acciones tras recibir una denuncia por amenazas

Cuando recibes la notificación de una denuncia por amenazas, es natural sentir ansiedad o incluso pánico. Sin embargo, es el momento de actuar con serenidad y estrategia. Estos son los pasos inmediatos que debes seguir:

Mantén la calma y no contactes con el denunciante

Por contradictorio que parezca, el primer paso es no hacer nada respecto al denunciante. Cualquier contacto, por inocente que sea, podría interpretarse como un intento de presión o incluso como nuevas amenazas. Esto incluye llamadas telefónicas, mensajes, correos electrónicos o contacto a través de terceros.

Cuando alguien llega al despacho tras enfrentarse a una acusación por amenazas sin pruebas, lo primero que le aconsejo es cortar toda comunicación con la parte denunciante. He visto casos donde un simple mensaje de «¿Por qué me has denunciado?» ha sido utilizado como prueba adicional de hostigamiento.

Recopila toda la información y documentación disponible

Inicia inmediatamente un proceso de documentación exhaustiva de todos los antecedentes relacionados con el denunciante:

  • Conversaciones previas (mensajes, correos, chats)
  • Testigos de vuestras interacciones
  • Historial de la relación (personal, laboral, vecinal)
  • Posibles conflictos anteriores
  • Contexto completo de la supuesta amenaza

Esta información será crucial para establecer el marco completo de la situación y desmontar posibles motivaciones espurias de la denuncia.

Busca coartadas y pruebas de contexto

Si la denuncia menciona un momento específico en que supuestamente realizaste las amenazas, intenta reconstruir dónde estabas y qué hacías en ese momento exacto. Las coartadas sólidas pueden ser determinantes:

  • Registros de geolocalización de tu teléfono
  • Compras con tarjeta de crédito
  • Cámaras de seguridad
  • Testigos que confirmen tu ubicación
  • Registros de entrada/salida del trabajo

Veamos por qué este detalle marca la diferencia: en un caso reciente, un cliente fue acusado de amenazar verbalmente a un vecino en el portal de su edificio. Gracias a que pudimos demostrar que a esa hora exacta estaba realizando una videollamada de trabajo desde su domicilio, la denuncia fue archivada en fase de instrucción.

Estrategias de defensa efectivas ante denuncias sin pruebas

Una vez que has tomado las medidas iniciales, es momento de construir una estrategia de defensa sólida. Aquí es donde la experiencia de un abogado penalista marca la diferencia, pero te adelanto las líneas maestras que suelen funcionar.

Cuestionar la credibilidad de la denuncia

Cuando una denuncia por amenazas carece de pruebas contundentes, la credibilidad del relato del denunciante se convierte en el centro del debate jurídico. Algunos aspectos que pueden cuestionarse son:

  • Contradicciones en su declaración
  • Demora injustificada en presentar la denuncia
  • Ausencia de testigos cuando afirma que los había
  • Existencia de motivos ocultos (venganza, beneficio económico, ventaja en otro litigio)

Según mi experiencia en este tipo de casos, aproximadamente un 40% de las denuncias por amenazas sin pruebas objetivas esconden conflictos previos donde el denunciante busca obtener una posición de ventaja en otras disputas, como divorcios, conflictos laborales o problemas vecinales.

Análisis técnico de las supuestas pruebas

Incluso cuando el denunciante aporta algún tipo de «prueba», esta puede ser cuestionada desde diversos ángulos:

  • Mensajes de texto o chats: Pueden estar descontextualizados, manipulados o malinterpretados
  • Grabaciones de voz: Pueden ser parciales, editadas o de baja calidad
  • Testimonios de terceros: Pueden tener relación de amistad o interés con el denunciante

Un análisis técnico riguroso puede revelar inconsistencias o manipulaciones. En un caso particularmente complejo, solicité una pericia informática que demostró que unos supuestos mensajes amenazantes habían sido enviados después de modificar la fecha del dispositivo, lo que provocó el archivo inmediato de la causa.

Construcción de un relato alternativo coherente

No basta con desmontar la versión del denunciante; es fundamental construir un relato alternativo coherente que explique la situación desde tu perspectiva:

  • Contextualización de las conversaciones
  • Explicación razonable de malentendidos
  • Demostración de la ausencia de intención amenazante

Aquí viene lo que nadie te cuenta: los jueces valoran enormemente la coherencia global del relato alternativo. No se trata solo de negar, sino de ofrecer una explicación que dé sentido a todos los elementos presentes en el caso.

El valor probatorio de la palabra contra palabra en el proceso penal

Muchas denuncias por amenazas se reducen a un escenario de «palabra contra palabra», donde no existen pruebas objetivas que corroboren ninguna de las dos versiones. En estos casos, ¿cómo decide un juez?

El principio de presunción de inocencia como escudo

El artículo 24.2 de la Constitución Española consagra el derecho a la presunción de inocencia, que en la práctica significa que nadie puede ser condenado sin pruebas suficientes que desvirtúen esta presunción.

El Tribunal Supremo ha establecido reiteradamente que la declaración de la víctima puede constituir prueba de cargo suficiente, pero debe cumplir tres requisitos:

  • Ausencia de incredibilidad subjetiva: No deben existir motivos que puedan hacer dudar de la sinceridad del testimonio
  • Verosimilitud: El testimonio debe estar rodeado de corroboraciones periféricas
  • Persistencia en la incriminación: El relato debe mantenerse sin ambigüedades ni contradicciones

Mi valoración personal como abogado en este ámbito es que cuando estos tres elementos no concurren plenamente, la absolución debería ser la única resolución posible. Sin embargo, la realidad práctica es que algunos juzgados pueden ser más flexibles en su interpretación, lo que hace aún más necesaria una defensa técnica rigurosa.

Corroboraciones periféricas y su importancia

Las corroboraciones periféricas son elementos objetivos que, sin probar directamente la amenaza, refuerzan la credibilidad del relato. Por ejemplo:

  • Testigos que vieron a la víctima alterada tras el supuesto incidente
  • Mensajes o llamadas de la víctima a terceros relatando lo ocurrido
  • Informes médicos o psicológicos que acrediten ansiedad o estrés

La estrategia de defensa debe cuestionar estas corroboraciones o aportar explicaciones alternativas para las mismas. ¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque en muchos casos, estas corroboraciones periféricas son las que inclinan la balanza judicial en un sentido u otro.

Errores comunes que debes evitar durante el procedimiento

A lo largo de mi carrera he observado cómo algunos investigados cometen errores que complican significativamente su defensa. Te los detallo para que puedas evitarlos:

Caer en provocaciones o intentar solucionar el conflicto por tu cuenta

Nunca intentes resolver la situación contactando directamente con el denunciante. Este es quizás el error más frecuente y potencialmente dañino. Cualquier intento de contacto puede ser interpretado como una nueva amenaza o como un intento de coaccionar para que retire la denuncia.

Lo que suelo recomendar a mis clientes en estos casos es canalizar cualquier comunicación necesaria a través de los abogados o del juzgado, nunca de forma directa.

Mentir o exagerar en tu declaración

La tentación de «mejorar» tu versión puede ser grande, pero una mentira detectada destruye por completo tu credibilidad. Los fiscales y jueces están entrenados para detectar inconsistencias, y una pequeña mentira puede hacer que toda tu declaración sea puesta en duda.

Recuerda que no estás obligado a declarar contra ti mismo. Si tienes dudas sobre cómo abordar algún aspecto comprometido, consulta con tu abogado antes de la declaración.

Subestimar la gravedad del procedimiento

Algunas personas piensan que, al no existir pruebas, el caso se archivará automáticamente. Este es un error grave. Incluso las denuncias aparentemente infundadas pueden prosperar si no se articulan las estrategias de defensa adecuadas.

El delito de amenazas puede conllevar penas de prisión, multas, órdenes de alejamiento y antecedentes penales que afectarán tu vida laboral y personal. Tratar el asunto con la seriedad que merece desde el principio es fundamental.

Posibles resoluciones y sus consecuencias

Un procedimiento por amenazas puede resolverse de diversas maneras. Conocerlas te ayudará a entender mejor el horizonte de posibilidades:

Archivo o sobreseimiento en fase de instrucción

Esta es la resolución más favorable y se produce cuando el juez instructor considera que no existen indicios suficientes para continuar con el procedimiento. El sobreseimiento puede ser provisional (si aparecen nuevas pruebas podría reabrirse) o definitivo (equivale a una absolución anticipada).

El artículo 637 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece:

«Procederá el sobreseimiento libre: 1.º Cuando no existan indicios racionales de haberse perpetrado el hecho que hubiere dado motivo a la formación de la causa. 2.º Cuando el hecho no sea constitutivo de delito. 3.º Cuando aparezcan exentos de responsabilidad criminal los procesados como autores, cómplices o encubridores.»

Conformidad negociada

En algunos casos, especialmente cuando existe alguna prueba parcial o el riesgo de condena no puede descartarse completamente, puede ser estratégico negociar una conformidad que minimice las consecuencias. Esto implica aceptar cierta responsabilidad a cambio de una reducción significativa de la pena.

Esta opción debe valorarse cuidadosamente, sopesando pros y contras, y solo cuando exista un riesgo real de condena más severa tras el juicio.

Juicio y sentencia

Si el caso llega a juicio, las posibilidades son:

  • Absolución: Cuando no se ha desvirtuado la presunción de inocencia
  • Condena por amenazas graves: Con penas que pueden llegar a 5 años de prisión en los casos más severos
  • Condena por amenazas leves: Consideradas como delito leve, con penas de multa

Desde mi punto de vista como especialista en derecho penal, en los casos de palabra contra palabra sin corroboraciones objetivas, la absolución debería ser la norma. Sin embargo, la realidad judicial es compleja y cada caso tiene sus particularidades.

Preparación para la declaración ante el juez

La declaración ante el juez instructor es un momento crucial. Una buena preparación puede marcar la diferencia entre el archivo del caso o su continuación hacia juicio.

Estrategias para una declaración efectiva

Algunas recomendaciones clave para tu declaración:

  • Mantén la calma y un tono respetuoso en todo momento
  • Responde solo a lo que se te pregunta, sin añadir información innecesaria
  • Si no recuerdas algo con precisión, dilo claramente. Es mejor reconocer un olvido que inventar detalles
  • Explica el contexto cuando sea relevante para entender la situación
  • No entres en confrontación con el fiscal o la acusación particular

Recuerda que tu abogado puede solicitar aclaraciones o formular preguntas adicionales para completar tu declaración.

El derecho a no declarar contra uno mismo

El artículo 24.2 de la Constitución Española reconoce el derecho a no declarar contra uno mismo y a no confesarse culpable. Este es un derecho fundamental que puedes ejercer sin que ello pueda interpretarse como un indicio de culpabilidad.

En algunos casos, especialmente cuando no existe una estrategia clara de defensa o las circunstancias son muy complejas, acogerse a este derecho puede ser la opción más prudente. Esta decisión debe tomarse siempre con el asesoramiento de tu abogado.

Medidas cautelares y cómo afrontarlas

En procedimientos por amenazas, es frecuente que se soliciten y acuerden medidas cautelares, especialmente órdenes de alejamiento o prohibición de comunicación.

Tipos de medidas cautelares habituales

Las más comunes son:

  • Orden de alejamiento: Prohibición de aproximarse a la víctima a una determinada distancia
  • Prohibición de comunicación: Imposibilidad de contactar por cualquier medio
  • Comparecencias periódicas en el juzgado

Estas medidas se adoptan para proteger a la supuesta víctima durante la tramitación del procedimiento, pero pueden suponer importantes limitaciones prácticas para el investigado.

Estrategias para evitar o modular las medidas cautelares

Para evitar la imposición de medidas cautelares o conseguir que sean menos restrictivas:

  • Demostrar el arraigo personal, familiar y laboral
  • Acreditar la ausencia de antecedentes o incidentes previos
  • Ofrecer medidas alternativas menos gravosas que garanticen la protección
  • Aportar informes psicológicos que descarten peligrosidad

El incumplimiento de una medida cautelar puede derivar en un delito de quebrantamiento, con consecuencias penales propias e independientes del procedimiento por amenazas. Por ello, es fundamental respetarlas escrupulosamente mientras estén vigentes.

Recursos legales si la resolución es desfavorable

Si a pesar de todos los esfuerzos defensivos la resolución es desfavorable, existen diversas vías de recurso:

Recursos contra el auto de procesamiento o transformación

Contra el auto que acuerda la continuación del procedimiento por los trámites del procedimiento abreviado cabe interponer recurso de reforma y/o apelación. Estos recursos permiten cuestionar la valoración de indicios realizada por el juez instructor.

Recursos contra la sentencia condenatoria

Si tras el juicio se dicta sentencia condenatoria, las opciones son:

  • Apelación ante la Audiencia Provincial (o Tribunal Superior de Justicia en casos de aforados)
  • Recurso de casación ante el Tribunal Supremo, en casos específicos por infracción de ley o quebrantamiento de forma
  • Recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, cuando se considere vulnerado un derecho fundamental

A mi juicio, y basándome en años de ejercicio profesional, los recursos deben centrarse en cuestiones técnicas sólidas y no en meros desacuerdos con la valoración de la prueba, salvo que esta sea manifiestamente ilógica o arbitraria.

Preguntas frecuentes sobre denuncias por amenazas sin pruebas

¿Pueden condenarme solo con la declaración de la supuesta víctima?

Técnicamente sí, pero con importantes matices. La jurisprudencia del Tribunal Supremo establece que la declaración de la víctima puede ser prueba de cargo suficiente cuando cumple tres requisitos: ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incriminación. Si la declaración presenta contradicciones, no está corroborada por ningún elemento periférico o existen motivos para dudar de su imparcialidad, la condena sería muy improbable.

¿Qué pasa si la persona que me denunció retira la denuncia?

En delitos públicos como las amenazas graves, la retirada de la denuncia no implica automáticamente el fin del procedimiento, ya que el Ministerio Fiscal puede continuar con la acusación. Sin embargo, en la práctica, si la única prueba era el testimonio del denunciante y este se retracta o manifiesta su deseo de no continuar, las posibilidades de archivo aumentan considerablemente. En amenazas leves, consideradas como delitos leves, la retirada suele conducir al archivo por falta de acusación, especialmente si el fiscal no aprecia un interés público relevante en la persecución.

¿Cuánto tiempo puede durar un procedimiento por amenazas?

La duración es variable según la complejidad del caso y la carga de trabajo del juzgado. Un procedimiento por amenazas leves puede resolverse en pocos meses, mientras que uno por amenazas graves puede extenderse entre uno y dos años hasta la sentencia firme. Los plazos se alargan si hay recursos. Es importante tener en cuenta que durante este tiempo pueden estar vigentes medidas cautelares que afecten a tu vida cotidiana, por lo que la estrategia procesal debe considerar también el factor tiempo.

Conclusión: la importancia de una defensa técnica especializada

Enfrentarse a una denuncia por amenazas sin pruebas requiere una combinación de conocimiento técnico, experiencia procesal y estrategia jurídica. Aunque los principios básicos del derecho penal están de tu lado (presunción de inocencia, in dubio pro reo), la realidad práctica de los tribunales hace necesario un enfoque proactivo y meticuloso.

En CodigoPenalEspaña.com, bajo mi dirección como abogado especialista en derecho penal, ofrecemos una defensa integral que abarca desde el asesoramiento inicial hasta la representación en todas las fases del procedimiento. Nuestro enfoque se basa en tres pilares: análisis exhaustivo del caso, construcción de una estrategia defensiva personalizada y acompañamiento constante durante todo el proceso.

Recuerda que cada caso es único y requiere un análisis individualizado. Las estrategias que funcionan en un supuesto pueden no ser adecuadas en otro aparentemente similar. Por ello, ante una denuncia por amenazas, lo más recomendable es buscar asesoramiento legal especializado lo antes posible, para poder diseñar la mejor estrategia defensiva desde el primer momento.

La diferencia entre una resolución favorable y una condena a menudo reside en pequeños detalles técnicos y en la capacidad para articularlos de forma coherente y convincente ante los tribunales. No dejes tu defensa al azar cuando tu libertad y tu futuro están en juego.


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