Te han citado como investigado o has recibido una llamada comunicándote que te están investigando por un presunto delito. El pánico se apodera de ti y no sabes qué hacer ni qué pueden obligarte a hacer. Te preguntas si tienes que declarar, si pueden registrarte sin tu consentimiento, o si lo que digas puede hundirte definitivamente.
No eres el único que se siente vulnerable ante esta situación. Conocer cuáles son los derechos del investigado en fase de instrucción no es un detalle técnico, sino tu primera y más importante línea de defensa frente al poder del Estado.
Te explico de forma clara y directa cuáles son tus derechos fundamentales durante la investigación, cómo ejercerlos correctamente, qué errores comunes debes evitar y qué hacer si se vulneran. Al terminar de leer, sabrás exactamente cómo protegerte desde el primer momento y evitarás los errores que pueden comprometer todo tu caso.
Los derechos fundamentales del investigado que nadie puede quitarte
La fase de instrucción es la primera etapa del proceso penal, donde se investigan los hechos presuntamente delictivos. Durante esta fase crítica, tienes una serie de garantías constitucionales y procesales que deben respetarse obligatoriamente.
El artículo 118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece claramente estos derechos esenciales:
- Derecho a ser informado de los hechos que se te imputan con claridad
- Derecho a guardar silencio sin que esto se use en tu contra
- Derecho a no declarar contra ti mismo ni a confesarte culpable
- Derecho a la asistencia de abogado desde el primer momento
- Derecho a la presunción de inocencia hasta sentencia firme
- Derecho a acceder a las actuaciones para preparar tu defensa
- Derecho a proponer pruebas que te beneficien
Estos no son formalismos legales vacíos. Son garantías esenciales que equilibran la balanza entre el poder del Estado para investigar delitos y tus derechos individuales como ciudadano.
Tu derecho a saber de qué te acusan exactamente
Uno de los primeros y más importantes derechos del investigado es conocer exactamente de qué se le acusa. El artículo 118.1.a) LECrim establece que debes ser informado de los hechos que se te atribuyen, así como de cualquier cambio relevante en la investigación.
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque no puedes defenderte de algo que no conoces. Muchos investigados llegan confundidos porque no han entendido claramente los hechos que se les imputan, lo que dificulta enormemente preparar una defensa adecuada.
Este derecho implica que:
- La información debe darse en un lenguaje comprensible, no en jerga legal incomprensible
- Debe incluir la calificación jurídica provisional (qué delito se investiga)
- Debe comunicarse cualquier modificación en la acusación durante la instrucción
- La información debe proporcionarse antes de tu primera declaración
Si no entiendes claramente de qué te acusan, exige aclaraciones. Es tu derecho y puede marcar la diferencia en tu defensa.
El derecho a guardar silencio: tu arma más poderosa
Quizás el derecho más conocido pero peor entendido es el derecho a guardar silencio. Este derecho, recogido en el artículo 520.2.a) LECrim, significa que puedes negarte a contestar todas o algunas preguntas sin que esto se interprete en tu contra.
Aquí viene lo que nadie te cuenta: ejercer este derecho no implica admisión de culpabilidad. Es una estrategia legítima de defensa que puede salvarte de hundirte tú mismo con tus propias palabras.
| Puedes hacer | No pueden obligarte |
|---|---|
| Negarte a responder todas las preguntas | A declarar si no quieres |
| Responder solo a algunas preguntas | A confesar tu culpabilidad |
| Interrumpir tu declaración cuando quieras | A aportar pruebas que te incriminen |
| Cambiar tu declaración posteriormente | A interpretar tu silencio como culpabilidad |
| Manifestar que solo declararás ante el juez | A presionarte para que hables |
El derecho a no declarar contra ti mismo y a no confesarte culpable (art. 520.2.b) LECrim) están estrechamente relacionados. Constituyen el principio de no autoincriminación, una garantía fundamental en cualquier Estado de Derecho.
Desde mi experiencia como abogado penalista, cualquier declaración debe realizarse siempre después de consultar con tu abogado y con una estrategia de defensa claramente definida. Los errores al declarar son difíciles de corregir después.
Por qué necesitas un abogado desde el primer minuto
El derecho a la asistencia letrada es quizás tu garantía más importante durante la instrucción. El artículo 118.1.d) LECrim reconoce tu derecho a designar libremente abogado o, si no lo haces, que se te asigne uno de oficio.
Este derecho significa que:
- Puedes elegir tu propio abogado especializado en tu tipo de caso
- Tienes derecho a una entrevista reservada con él antes de declarar
- Tu abogado puede estar presente en todas las diligencias de investigación
- Nadie puede obligarte a declarar sin abogado presente
La entrevista reservada antes de cualquier declaración es un momento crucial. Durante este tiempo privado, tu abogado puede explicarte los hechos que se te imputan, informarte sobre tus derechos procesales, asesorarte sobre si conviene declarar o no, y diseñar una estrategia inicial de defensa.
Como hemos explicado en detalle, contar con abogado penalista desde el inicio puede marcar la diferencia entre un desenlace favorable y uno catastrófico.
Tu derecho a conocer las pruebas que hay contra ti
El artículo 118.1.b) LECrim reconoce tu derecho a examinar las actuaciones con la debida antelación para salvaguardar tu defensa. Esto significa que tienes derecho a conocer:
- Las diligencias practicadas hasta el momento
- Las pruebas existentes en tu contra
- Los informes periciales y testimonios recabados
- Cualquier otro elemento relevante para la investigación
Veamos por qué este detalle marca la diferencia: no puedes construir una defensa sólida si desconoces qué pruebas tiene la acusación contra ti. Conocer las actuaciones te permite detectar irregularidades, preparar contrargumentos y proponer pruebas que desmientan la versión acusatoria.
El secreto de sumario: cuando no puedes acceder temporalmente
El secreto de sumario (art. 302 LECrim) supone una restricción temporal a tu derecho de acceso a las actuaciones. Durante este periodo, que no puede exceder de un mes (prorrogable mediante auto motivado), no puedes conocer el contenido de las diligencias practicadas.
Esta medida excepcional debe estar justificada por necesidades de la investigación y nunca puede afectar a tu derecho a conocer los hechos que se te imputan. Si consideras que el secreto es injustificado, puedes recurrirlo.
Derechos del investigado: la presunción de inocencia te protege
La presunción de inocencia es un principio fundamental del artículo 24.2 de la Constitución Española. Durante la fase de instrucción, este derecho implica que no puedes ser tratado como culpable hasta que exista una sentencia firme.
Este principio tiene consecuencias prácticas importantes:
- La carga de la prueba recae sobre la acusación, no sobre ti
- Las medidas cautelares deben ser proporcionadas y excepcionales
- No estás obligado a probar tu inocencia
- Cualquier duda razonable debe resolverse a tu favor
Sin embargo, este principio no impide la adopción de medidas cautelares (como prisión provisional, libertad bajo fianza o retirada del pasaporte) cuando existen indicios racionales de criminalidad y otras circunstancias que las justifiquen.
Tienes derecho a ser oído antes de cualquier medida cautelar, a que se adopte mediante resolución motivada, a recurrir la medida impuesta y a solicitar su modificación o levantamiento cuando cambien las circunstancias.
Tu derecho a proponer pruebas que te beneficien
Uno de los derechos menos conocidos pero igualmente importantes es tu derecho a proponer diligencias de investigación. El artículo 118.1.e) LECrim reconoce tu derecho a solicitar diligencias de investigación.
Este derecho te permite:
- Solicitar pruebas periciales que aclaren aspectos técnicos
- Proponer testigos que puedan aportar información relevante a tu favor
- Solicitar reconstrucciones de hechos o careos cuando haya versiones contradictorias
- Aportar documentos u otros elementos probatorios que respalden tu versión
El juez instructor debe valorar la pertinencia y utilidad de las diligencias propuestas, y solo puede rechazarlas mediante resolución motivada. Si las rechaza injustificadamente, puedes recurrir esa decisión.
Para que tus diligencias sean admitidas, es importante justificar su relevancia, explicar qué hechos pretenden aclarar y presentar la solicitud en el momento procesal oportuno. Si el juez no admite pruebas clave, existen mecanismos de impugnación.
Derecho a un proceso sin demoras injustificadas
El artículo 24.2 de la Constitución reconoce tu derecho a un proceso sin dilaciones indebidas. La instrucción debe desarrollarse en un plazo razonable sin paralizaciones injustificadas.
La Ley 41/2015 introdujo plazos máximos para la instrucción:
- 6 meses para causas sencillas
- 18 meses para causas complejas
- Prorrogables por periodos iguales mediante auto motivado
Si tu caso sufre retrasos injustificados, puedes presentar escritos solicitando agilización, denunciar la situación ante el Consejo General del Poder Judicial, o incluso solicitar el archivo de la causa por agotamiento de los plazos.
Las dilaciones indebidas pueden alegarse como atenuante en caso de condena (art. 21.6 CP), e incluso dar derecho a reducción de pena.
Qué hacer si te vulneran tus derechos como investigado
A pesar de todas las garantías legales, a veces se producen vulneraciones de derechos. Ante estas situaciones, debes actuar con rapidez y contundencia.
Las principales vías de reacción son:
- Hacer constar la protesta inmediatamente en el acta
- Presentar recursos contra las resoluciones que vulneren tus derechos
- Solicitar la nulidad de actuaciones (art. 238 LOPJ)
- Denunciar la vulneración ante el juez instructor
- Como último recurso, interponer recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional
Lo más importante es documentar exhaustivamente cualquier irregularidad que se produzca para poder fundamentar adecuadamente tus reclamaciones posteriores.
La importancia del acta de declaración
El acta de tu declaración es un documento fundamental. Antes de firmarla:
- Léela detenidamente palabra por palabra
- Solicita que corrijan imprecisiones o errores
- Haz constar cualquier incidencia o vulneración de derechos
- Niégate a firmar si no refleja fielmente lo declarado
Este documento puede ser determinante en fases posteriores del proceso, por lo que debe reflejar con exactitud tanto lo declarado como las circunstancias en que se produjo la declaración.
Preguntas frecuentes sobre derechos del investigado en instrucción
¿Puedo negarme a declarar en cualquier momento de la instrucción?
Sí, tienes derecho absoluto a guardar silencio en cualquier momento del proceso. Puedes negarte a declarar completamente, responder solo algunas preguntas o incluso interrumpir tu declaración si lo consideras conveniente. Este derecho está garantizado por el artículo 520.2.a) LECrim y no puede usarse en tu contra. Sin embargo, cualquier decisión sobre declarar o no debe tomarse siempre con asesoramiento de tu abogado y como parte de una estrategia de defensa clara.
¿Qué debo hacer si considero que han vulnerado mis derechos como investigado?
Debes comunicarlo inmediatamente a tu abogado. Las acciones incluyen hacer constar la protesta en el acta, presentar un escrito denunciando la vulneración, solicitar la nulidad de las actuaciones afectadas (art. 238 LOPJ) o interponer los recursos correspondientes. La rapidez es fundamental porque algunas vulneraciones pueden subsanarse si se denuncian a tiempo. Si te detienen vulnerando tus derechos, documenta todo y comunícalo a tu abogado de inmediato.
¿Tengo derecho a conocer todas las pruebas en mi contra durante la instrucción?
Como regla general, sí tienes derecho a conocer todas las diligencias practicadas y pruebas recabadas, según el artículo 118.1.b) LECrim. Sin embargo, este derecho puede limitarse temporalmente si el juez decreta el secreto de sumario (art. 302 LECrim). Esta medida excepcional no puede durar más de un mes, aunque puede prorrogarse mediante auto motivado. Incluso con secreto de sumario, siempre debes ser informado de los hechos que se te imputan para ejercer tu derecho de defensa.
Conclusión: conoce tus derechos y protégete desde el primer momento
Conocer cuáles son los derechos del investigado en fase de instrucción no es un lujo, sino una necesidad vital para cualquier persona que se enfrente a un proceso penal. Estos derechos equilibran la balanza entre el poder del Estado y tu dignidad como ciudadano.
La fase de instrucción es determinante para todo el desarrollo posterior del proceso. Cualquier error en esta etapa puede tener consecuencias irreversibles que afecten tu libertad, tu patrimonio y tu reputación durante años.
Si te encuentras bajo investigación penal, no subestimes la importancia de conocer y ejercer tus derechos desde el primer momento. El desconocimiento o el miedo pueden hacer que cometas errores que comprometan todo tu futuro.
En CódigoPenalEspaña ofrecemos defensa integral especializada para proteger tus derechos durante la fase de instrucción. Te acompañamos desde la primera citación judicial, diseñando una estrategia defensiva personalizada y asegurando que recibas un trato justo conforme a la ley. Contacta con nosotros inmediatamente si te están investigando. Tu defensa no puede esperar.

Deja una respuesta