Artículo 383 del Código Penal español explicado

El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas a que se refieren los artículos anteriores, será castigado con la penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.

Artículo 383 Código Penal

¿Qué establece el artículo 383 del Código Penal español?

El artículo 383 del Código Penal español sanciona a cualquier conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se niegue a someterse a las pruebas legalmente establecidas para comprobar las tasas de alcoholemia o la presencia de drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas. Esta conducta es considerada un delito grave, ya que las pruebas están diseñadas para proteger la seguridad vial y detectar a aquellos conductores que podrían estar bajo la influencia de sustancias que pongan en peligro a los demás usuarios de la carretera.

La pena por negarse a realizar las pruebas es de seis meses a un año de prisión y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un periodo de uno a cuatro años. Este castigo es similar o incluso superior a las sanciones por conducir bajo los efectos de alcohol o drogas, lo que refleja la gravedad de negarse a realizar las pruebas.

¿Cuándo se aplica el artículo 383?

El artículo 383 se aplica cuando un conductor, tras ser detenido o requerido por un agente de la autoridad (como la policía o la Guardia Civil), se niega a someterse a las pruebas de alcoholemia o drogas. Estas pruebas son obligatorias en casos de controles rutinarios o cuando existen indicios de que el conductor pueda estar conduciendo bajo la influencia de estas sustancias. La negativa a realizarlas se considera una resistencia a la autoridad y se castiga severamente.

El artículo se enfoca en castigar la negativa a colaborar con la autoridad, ya que impide la verificación del estado del conductor y sugiere una posible culpabilidad.

Ejemplos de aplicación del artículo 383

  1. Negativa a realizar una prueba de alcoholemia tras un accidente: Un conductor se ve involucrado en un accidente leve y, tras la llegada de la policía, se le solicita que realice una prueba de alcoholemia, ya que los agentes sospechan que puede haber estado bajo los efectos del alcohol. El conductor se niega a realizar la prueba. En este caso, será sancionado con prisión de seis meses y la retirada del carnet de conducir por dos años, independientemente de si estaba o no bajo la influencia del alcohol.
  2. Negativa en un control de drogas: Durante un control rutinario de tráfico, un conductor es detenido y se le pide que se someta a una prueba de drogas debido a su comportamiento errático al volante. El conductor se niega a realizar la prueba, lo que le supone una pena de un año de prisión y la privación del derecho a conducir por cuatro años.
  3. Control de alcoholemia en una carretera interurbana: Un conductor es parado en un control de alcoholemia en una carretera interurbana. Al negarse a soplar en el alcoholímetro, los agentes lo informan de las consecuencias penales, pero el conductor sigue rehusando. Dado que la negativa a someterse a la prueba es un delito en sí mismo, es condenado a seis meses de prisión y un año de retirada del permiso de conducir.
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